PEDAGOGIA DE LA AUTONOMIA DE PAULO FREYRE - CESAR CIENCIAMANIA
CESAR CIENCIAMANIA
PEDAGOGIA DE LA AUTONOMIA DE PAULO FREYRE
En el texto Pedagogía de la autonomía,
Paulo Freire habla acerca de lo que los maestros deben saber, y de lo que deben
hacer, en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, sobre todo cuando el
énfasis está puesto en educar para lograr la igualdad, la transformación y la
inclusión de todos los individuos en la sociedad. No justifica el analfabetismo
o la no asistencia a las escuelas por la irresponsabilidad de los padres o por
el resultado de sus bajos ingresos, porque para él la educación y las posibilidades
que ella brinda de mejoramiento de la humanidad son fundamentales en su
concepción sobre la liberación de los individuos y su inclusión en las
sociedades. Tampoco justifica al maestro en su cultura del menor esfuerzo lo
cual evidencia cuando dice: “que alguien se vuelva machista, racista, clasista,
lo que sea, pero que se asuma como trasgresor de la naturaleza humana.
Que no me venga con justificaciones genéticas, sociológicas o históricas o filosóficas para explicar la superioridad de la blanquitud sobre la negritud, de los hombres sobre las mujeres, de los patrones sobre los empleados. Cualquier discriminación es inmoral y luchar contra ella es un deber por más que se reconozca la fuerza de los condicionamientos que hay que enfrentar. Lo bello de ser persona se encuentra, entre otras cosas, en esa posibilidad y en ese deber de pelear.
Saber que debo respeto a la autonomía y a la identidad del educando exige de mí una práctica totalmente coherente con ese saber.
Para él educar y enseñar demandan del diálogo
y respeto por el educando y por su concepción del mundo y señala que la
educación basada en la interacción entre educar y aprender requiere seguir los
siguientes pasos: observa un rigor metodológico; desarrolla la investigación;
respeto por el conocimiento particular de cada estudiante; ejercita el
pensamiento crítico; respeta la ética y estética; haz lo que dices y arriésgate
aceptando lo nuevo, al tiempo que rechazas cualquier forma de discriminación;
reflexiona críticamente acerca de las prácticas educacionales; y asume tu
identidad cultural.
Es posible que todos los
profesionales de la educación puedan leer este libro; ojalá que
desencadenen la voluntad y actitud para hacerlo porque el acto educativo es un
acto eminentemente humano, vivencial; la educación es más que una ciencia, es
vida; por tanto el propio proceso educativo es un proceso de vida; requiere una
profunda filosofía de vida que sirva de soporte al trabajo docente y a
establecer una escala de valores a fin de poder seleccionar los saberes y
valores esenciales y los medios más eficaces para alcanzarlos.
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